Por Diego de Carvalho, vicepresidente de NürnbergMesse Brasil
Aunque las rutinas tecnológicas potencian las relaciones digitales, las conexiones interpersonales siempre serán más fuertes si se establecen y cultivan en entornos concretos. Ya sean conexiones interpersonales familiares, de amistad, sociales o de negocios. Los neurocientíficos incluso han descubierto que mirar fijamente a los demás retiene más nuestra atención y nos hace desviar nuestra atención de los acontecimientos que nos rodean.
No es de extrañar que el sector de eventos sea responsable del 4% del PIB nacional, un porcentaje elevado teniendo en cuenta los cientos de áreas que contribuyen al desarrollo económico del país. Y es en este escenario que el segmento de reuniones corporativas se destaca, creciendo año a año e incentivando industrias que, hoy en día, son inherentes a la modalidad de promocionar sus negocios.
Una encuesta realizada por Sympla, startup que opera en el rubro de venta de entradas para eventos en general, deja claro que los mercados están ávidos de compromisos presenciales. El estudio apunta a un aumento del 36% en el número de reuniones corporativas en el primer trimestre del año pasado en comparación con el mismo período de 2022, y un crecimiento del 30% en comparación con los primeros meses de 2019, el año anterior a la pandemia. Esto indica que el aumento en la producción de eventos no es momentáneo, es una tendencia.
El hub responde a una clara necesidad del mercado de fortalecer las marcas a través de eventos bajo demanda. Y aquellos que están ampliando sus relaciones comerciales más allá de las oficinas han tenido buenos resultados. Al fin y al cabo, cada empresa, con su alcance y objetivo, necesita crear reuniones personalizadas que ofrezcan experiencias diferentes a sus clientes.
Convenciones, conferencias, congresos, roadshows, seminarios y mesas redondas se encuentran entre las inversiones más importantes del segmento. Los formatos permiten a las empresas tener soluciones a la medida para alcanzar sus objetivos, ya sea en el área de marketing, networking o promoción de productos y servicios.
Sin embargo, invertir en este tipo de acciones también supone un reto, ya que las empresas generalmente cuentan con un presupuesto limitado. Aquí es donde entra la importancia de la personalización. Establecer metas, objetivos y entender al público objetivo del evento que estás produciendo ayuda a limitar los gastos y dirigirlos de forma más asertiva, teniendo siempre en cuenta la mejor estrategia para promocionar el negocio. Si su empresa aún no ha invertido en este diferencial, créame, el momento es ahora.